El contrato de construcción de la antigua Línea de los Vagonetes, o tren americano, se remonta a 1867, ya que, de hecho, fue el sistema americano el que se implantó aquí para dar servicio al gran complejo minero de Minas do Braçal. Conectaba las Minas do Braçal con el río Vouga, siguiendo el valle del río Mau hasta su desembocadura. Esto supuso una enorme mejora en la explotación de estas minas, que ya habían sido concesionadas tres décadas antes, en 1836, la primera concesión de este tipo en Portugal.
El llamado sistema americano, o "tramway", consistía en líneas de ferrocarril adecuadas para vagones de mercancías industriales, que en este caso eran impulsados por tracción animal.
Con una longitud de unos 9 kilómetros, la línea de los Vagonetes permitía transportar el producto final de la explotación minera, los lingotes de plomo, desde el establecimiento de Braçal hasta el punto donde el río Mau desemboca en el Vouga. Allí se cargaban en grandes barcos que bajaban por el río, que era navegable hasta Aveiro. En sentido inverso, las vagonetas subían desde el río hasta las minas, tiradas inicialmente por caballos, más rápidos, y más tarde por bueyes, más lentos pero más resistentes.
La implantación de la línea no fue fácil, ya que exigió la construcción de pontones, mediante un sistema de arranques o empalmes, a lo largo del trazado para suavizar las curvas del valle del río Mau. Sin estas construcciones, habría sido difícil que viajaran los pesados vagones. En la ruta aún pueden verse algunas ruinas de estos pontones, verdaderas obras de arquitectura.